Transporte escrito y oral
Descubre el arte de transponer música para adaptar cualquier pieza a tu instrumento o tesitura vocal. Aprende sobre técnicas de transposición escrita y oral, cambios en la armadura de clave y más. Ideal para músicos que buscan perfeccionar su arte.
En ocasiones, podemos necesitar cambiar ciertas notas de lugar o de tono en las partituras de una obra musical para adecuarlo a las necesidades que tengamos en un momento determinado. Este es un problema que tiene solución gracias al transporte. Para conocer más sobre esta importante técnica, no dejes de leer este artículo.
¿Qué es transportar?
Se le llama transportar al hecho de ejecutar o reescribir un pedazo de música en una tonalidad distinta a la escrita originalmente. Esta práctica se realiza con el propósito de adecuar dicho trozo musical a un instrumento o tipo de voz que se necesite. Por ejemplo, si una melodía de violín debe ser ejecutada por un contrabajo por alguna razón, será necesario modificar el tono para que este lo pueda tocar, lo mismo sucede en una coral, si es necesario que la parte de un barítono sea cantada por una soprano, se deberá subir la melodía hasta su tesitura.
El transporte puede hacerse de forma escrita o inclusive mental, a continuación, te explicaré ambos tipos:
Transporte escrito
En este tipo de transporte, se cambiará la ubicación de las notas dependiendo del intervalo en que se deba hacer la transposición. Para iniciar, se debe colocar la nueva armadura de clave a la que se transportará. Por ejemplo, si estamos en Do Mayor y queremos subir toda una segunda mayor, la nueva tonalidad será Re Mayor.
Luego que se tiene la nueva tonalidad, se deberá proceder al cambio de posición de cada una de las notas. Para el caso que colocamos de ejemplo, será necesario subir todas una segunda mayor; en este sentido, es importante estar pendientes de las nuevas alteraciones señaladas en la armadura de clave y por supuesto, de las alteraciones accidentales que pueden surgir en el camino.
Transporte oral o mental
Este se realiza cambiando solo la clave para que las notas que están escritas continúen en el mismo lugar. De esta manera, lo único que se verá modificado será el nombre de dichas notas, pero no el lugar en que estas irán.
Esta técnica resulta mucho más complicada que la anterior, para dominarla a la perfección, es necesario saber leer música en todas las claves, además se debe tener clara cuál será la nueva armadura a la que se desea llegar, así como también las alteraciones accidentales que puede tener la música en un momento determinado.
Es importante destacar que este tipo de transporte cuenta con otras reglas:
- Si la tonalidad a la que se transporta cuenta con más sostenidos o menos bemoles con respecto a la original en la armadura de clave, pero estas requieren de alteraciones accidentales, deberán tocarse o cantarse un semitono cromático más altas. En este sentido, el doble bemol se convierte en bemol, este último en becuadro, el becuadro en sostenido y por supuesto, el sostenido en doble sostenido.
- Por el contrario, si la tonalidad a la que se transporta cuenta con menos sostenidos o más bemoles con respecto a la original en la armadura de clave, pero estas requieren de alteraciones accidentales, deberán tocarse o cantarse un semitono cromático más altas. De esta manera, el doble sostenido será sostenido, este último se convertirá en becuadro, el becuadro será bemol y el bemol será doble bemol.
El cumplimiento de estas reglas es de gran importancia para garantizar una técnica perfecta.
Como te habrás podido dar cuenta, el transporte no es una actividad sencilla, para realizarla se requiere de un dominio importante de los intervalos, armadura de clave, así como también de la lectura en diferentes claves, por estas razones, se recomienda la práctica constante. Verás que cuando la domines, la utilizarás más seguido de lo que te imaginas.
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