Inversión de intervalos

Esta es una práctica que se realiza con intervalos tanto simples como compuestos con el objetivo de acortar aquellas distancias que sean muy largas, así como también de contar mejor la cantidad de tonos y semitonos existentes con mayor exactitud.   

Dentro de esta práctica existen reglas mnemotécnicas muy importantes que pueden llegar a facilitarte el trabajo de reconocimiento. Para mayor información al respecto, no dejes de leer este nuevo artículo.

Inversión de intervalos simples

A la hora de invertir cualquier intervalo simple, estos deberían quedar de la siguiente manera:

• La segunda pasa a ser séptima y la séptima pasa a ser segunda.
• La tercera se convertirá en sexta y viceversa.
• La cuarta será quinta y la quinta será cuarta.
• El unísono, a pesar de no ser considerado como un intervalo, pasará a ser octava y la octava se convertirá en unísono.

Para saber la calificación del nuevo intervalo, se deberá sumar o restar el número del intervalo actual por alguno que dé nueve en total. Te lo explicaré con un ejemplo: para invertir una séptima, será necesario sumar dos al número siete para que el resultado total sea nueve. De esta manera, sabremos que el intervalo invertido será una segunda.

En cuanto a la composición de tales intervalos:

• los que sean disminuidos, se convertirán en aumentados.
• Los mayores serán menores y viceversa,
• Los justos permanecerán de igual manera.

Continuemos con el ejemplo anterior, si la séptima que vamos a invertir es mayor, la segunda que nos dará como resultado es menor.

¿Qué pasa con los intervalos compuestos?

La calificación y composición siempre es la misma para intervalos simples y compuestos. A partir de la novena, la distancia que existe entre las notas es muy grande; por esta razón, será necesario transformarlo en un intervalo simple.

Para realizar tal inversión, es necesario acercar cualquiera de los dos sonidos, ya sea el más agudo o el más grave, de manera que ambos queden más cerca y sea más sencillo contar. Sin embargo, este proceso suele ser un poco largo y amerita los siguientes pasos:

• Reducción a intervalo simple.
• Inversión del intervalo reducido (El resultado de este intervalo debe ser simple).
• Ampliarlo hasta llevarlo a su forma original.
• Cabe destacar que para la inversión es necesario sumar o restar por el número siete según sea el caso.  

Vamos a explicar estos pasos con un ejemplo: supongamos que tenemos un intervalo de décima menor. Para saber a qué intervalo simple será convertida, es necesario restar 10-7; esta resta nos da como resultado el número 3; así que el intervalo simple será una tercera menor.

Posteriormente, esa tercera menor deberá invertirse con las reglas de intervalos simples; entonces como resultado nos dará una sexta mayor. Después, este intervalo de sexta se convertirá en una 13va mayor debido a que se le deberá sumar el número 7 nuevamente.

Reglas mnemotécnicas para recordar los intervalos

Como lo habíamos mencionado en el artículo anterior, ante la gran cantidad de información que se debe dominar, existen distintas reglas mnemotécnicas que te ayudarán a recordar los diferentes intervalos. A continuación, te dejaré algunas de ellas:

• Los intervalos que sean mayores o justos, siempre tienen un semitono.
• Los intervalos menores tienen dos semitonos diatónicos.
• El intervalo que es disminuido, siempre tiene un semitono cromático menos que el intervalo menor o justo.
• El intervalo aumentado tiene un semitono cromático más que el intervalo mayor o justo.  

Evidentemente, para estas reglas, existen las siguientes excepciones:

• Las segundas y terceras mayores no tienen semitonos.
• Las segundas y terceras menores solo tienen un semitono.
• La octava justa solo cuenta con dos semitonos.

Además de recordar estas reglas, es importante hacer ejercicios para el reconocimiento de tales intervalos.